El CF Talavera de la Reina vive su particular noche de Halloween

Todo lo que parecía ser una fiesta para el Club de Fútbol Talavera de la Reina con su encuentro de la Copa del Rey y la visita de un Primera División como la Unión Deportiva Almería se transformó en pesadilla de una noche de Halloween en un encuentro donde los locales no dieron en ningún momento esa versión necesaria para complicar la vida a un rival que hizo lo que tenía que hacer para llevarse el billete a la siguiente fase, aunque con la ley del mínimo esfuerzo, y de paso sofocar un poco la crisis en la viven los almerienses.

El partido empezó del revés de para los de Talavera de la Reina desde antes de empezar y lo hizo además de manera literal, posando el equipo de espaldas para los compañeros de la prensa gráfica, cambiados de banda por exigencias federativas. Y no sólo eso, ya que la equipación local fue desechada para usar la visitante, cuando también el conjunto almeriense tuvo que renunciar a su tradicional rojiblanco.

De amarillo, la noche de Halloween y en un campo cortado al ras, al más puro estilo corte de pelo militar, y donde el césped se levantaba al más mínimo golpeo, pareciendo que del mismo iban a brotar calabazas del mismo de un momento a otro.

Con todos estos ‘lastres’ psicológicos arrancaba un choque donde el impulso local duró un cuarto de hora, con entradas desde los costados de Gallego y de Edu Gallardo que despertaban las ilusiones de la torcida blanquiazul pero con un Dago que les cortaba el rollo. Y es el el ariete daba la sensación de estar bastante lento y pesado en sus acciones de ataque, pero es que enfrente había un rival de maxima categoría y por ende jugadores mucho más preparados para este tipo de duelos.

Y no solo la defensa, también un ataque que con media oportunidad que le dieron a los almerienses hicieron el 0-1. Un inoportuno resbalón de Anglada en la primera vez que los visitantes llegaban a tres cuartos le sirvió a Ramazani para acomodarse la pelota y superar a Álex Fernández de remate cruzado.

Ese impulso local con el que había arrancado la cita se acabó tras ese gol. Dominaban los de Pedro Díaz pero era algo estéril porque no eran capaces de obligar a Maximiano a que se manchase la equipación. Por su parte el Almería, sin hacer nada del otro jueves e incluso pareciendo por momentos que jugaban con el reloj, le bastaba muy poquito para buscar la meta contraria y además siempre con peligro.

Los de Gaizka Garitano aprovechaban cada error amarillo para poner en aprietos a un Àlex Fernández que paró una, dos, pero que a la tercera vio como Marezi convertía el 0-2 tras un pase medido de Arribas. Con dos abajo nos íbamos al descanso y la sensación de que todo estaba ya visto para sentencia en el Municipal ‘El Prado’.

Y la verdad es que lo estaba, aunque Pedro Díaz dio a su equipo algo de frescura con la entrada de Szymanowski, Abeledo y Pipo. Con ellos el equipo mejoró y Maximiano comenzó a aparecer saliendo a cortar un pase a la espalda de la defensa fuera del área. Luego los propios Szyma y Abeledo probaron fortuna desde lejos aunque sin mucha puntería.

El tercero en discordia, Pipo, tuvo la más clara para los cerámicos. Gran acción combinativa que le permitía llegar a línea de fondo y salva a Maximiano pero Dago se encontró con un Kaiky que le negó el tanto bajo palos y con él toda la emoción que podía haber ganado la cita.

Casi sobre la bocina la volvió a tener un Dago que tuvo una de esas noches para olvidar en un delantero en una cita en la
que el Almería acabó con diez tras la doble amarilla a Montes, que fue despedido por la afición local con ese cántico de ‘tonto, tonto’. Y poco más dio este partido y esta aventura del Talavera en la Copa del Rey.